Finaliza un nuevo curso jurídico.
A lo largo de este curso hemos sido testigo de la profunda modificación legislativa, algunas necesarias, otras de dudosa urgencia, algunas que retocaban lo que aún no habías digerido, muchas ni se esperaban y algunas otras han sido obligadas por el ridículo comunitario.
Pero a parte del rigor mortis de muchas leyes, también hemos visto como muchos profesionales jurídico hemos sido capaces de consensuarnos y unirnos para adentrarnos en la cruzada contra las reformas del “apreciado” ministro… Otra vez!
Sí, ése es el problema de nuestro sistema legislativo que buscan consenso pero desoyen muchas veces a los colectivos afectados y luego pasa lo que pasa.
Por otro lado, y a título personal, en este curso puedo e decir que he experimentado una serie de cambios importantes sin que lleguen a ser sustanciales. La decisión que tomé en su momento de no iniciar un master, me ayudó a potenciar varios ‘defectos’ y a idear un nuevo sistema de gestión y control.
Además, hace más de un año que me apunté al turno de oficio y, ahora si, puedo confesar que es una de las mejores decisiones que tomé, pues a parte de la ayuda económica, que nunca viene mal, me ha servido para potenciar áreas del derecho que sin estar apuntado en ellas, probablemente no hubiera conocido, por lo que me ha ayudado a crecer como profesional, como jurista y como persona.
Y todo ello me ha conducido hasta el momento actual, inicio de un leve periodo vacacional (únicamente unos 15 días) con la intención de lograr una desconexión justa y necesaria para permitir implantar la adaptación de ese sistema de gestión y control y para enmarcarme en ese Master que ahora si que iniciaré.
En cuanto a este blog, continuaré escribiendo pero con una mayor asiduidad, con alguna que otra novedad y tendrá un nuevo toque de lectura, procurando evitar la rigidez léxica con la que malamente os tengo acostumbrados.
Gracias por leerme y que tengáis unas buenas y merecidas vacaciones
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